Cuando los resultados no son los que esperas, después de haberte esforzado al máximo, sacrificando tu familia, tu tiempo libre y tus horas de sueño. Cuándo no sólo no eres valorada (que aunque no lo esperas, sí que gusta), sino que además te utilizan como escudo legal, te replanteas muchas cosas.
En el momento que me di cuenta que mi situación era límite, ya fue demasiado tarde. Sufrí durante muchos meses un bulling interminable, que no sólo no entendía sino que no conseguía que me doblegara. Una experiencia laboral que no recomiendo a nadie. Fue dura y muy dolorosa pero sin duda, forjó la Marta de ahora. Crisis de ansiedad, de angustia, replanteamiento de mi existencia y poner en duda mi valía fueron algunas de las etapas que pasé. ¿Te suena?
Me adentré en el mundo del coaching y me reencontré a mi misma. Fui capaz de confiar en mi de nuevo, en mis capacidades, en mis habilidades, en mi experiencia. Volví a ser yo. Una Marta reforzada, con objetivos claros, y muchas, muchas ganas de vivir y ser feliz.
Valoré lo que tenía (y te aseguro que es muchísimo mas de lo que tiene mucha gente) y que no era capaz de ver.